La imagen de Santa Eulalia, que preside la Basílica, luce desde hoy un traje de color morado. La la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia ha decidido vestirla de este modo que la tradición de la ciudad lo asocia a ocasiones especiales como las procesiones rogativas por sequías o epidemias o el tiempo de Cuaresma”.
Como indica el presidente de la Asociación, Luis Miguel González, “haciéndonos eco de estas piadosas costumbres, transmitidas de generación en generación por los emeritenses que nos precedieron en la devoción a Santa Eulalia, nuestra Asociación ha decidido vestir a la imagen de Santa Eulalia con un traje de color morado, que en la Liturgia de la Iglesia indica la esperanza, el ansia de encontrar a Jesús, el espíritu de penitencia, siendo signo de penitencia y austeridad”.
De esta forma la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, tras promover el Trecenario Virtual a través del cual solicitamos el apoyo de nuestra Patrona en la lucha contra esta pandemia, ha consultado la tradición recogida por diversos estudiosos de la figura de Santa Eulalia, entre ellos el sacerdote D. Juan Fernández López, que en su libro Vida e Historia de Santa Eulalia de Mérida, nos habla sobre la utilización de distintos tipos y colores en los trajes utilizados para vestir la imagen de nuestra Mártir:
“En otras actas y distintos tiempos se notifica la adquisición de algunos nuevos. Se especifica la compra de un manto de color morado, realizado para ocasiones especiales, como pueden ser las procesiones rogativas – que en los siglos pasados eran frecuentes por las sequías o epidemias-, o el tiempo de Cuaresma”.
El traje y su manto estas confeccionado en seda brocada, y están rematados con puntilla dorada.