El mundo cofrade de la ciudad ha vivido, con intensidad, el primer fin de semana de la Cuaresma 2022 con la celebración de cultos y convivencia de hermandad en la que se escucharon, por fin, los primeros sones cofrades que nos anuncian la proximidad de una nueva e ilusionante Semana Santa.

La Cofradía de Los Castillos finalizaba, como marca la tradición del primer viernes de marzo, el quinario en honor a Nuestro Padre Jesús Nazareno con su veneración publica, durante toda la jornada, en el presbiterio de la Basílica de Santa Eulalia donde se erguía imponente.

En el centro de la ciudad, en la Concatedral de Santa María, Nuestro Padre Jesús de Medinaceli también recibió el cariño de sus fieles que se acercaron a venerarlo durante toda la jornada.

Ya por la tarde, y tras la Eucaristía, Jesús de Medinaceli protagonizó y emotivo y solemne Vía Crucis por las calles de la feligresía, con motivo del 75 aniversario de la fundación de la Cofradía.

A esa misma hora, en La Antigua, el Santísimo Cristo de la Vera Cruz protagonizaba el Vía Crucis por la Paz por las calles de la barriada, un Vía Crucis que, en los tiempos que corren, cobraba más sentido que nunca.

En la Parroquia de Cristo Rey, la Hermandad del Calvario celebró el triduo al Santísimo Cristo del Calvario y a María Santísima de la Amargura que, para la ocasión, fue trasladada desde su ermita.

Ya el sábado, la jornada se tornaba festiva con la celebración de la Confraternidad de la Hermandad de la Vera Cruz en la que, con la asistencia de cofrades de varias hermandades, la Banda de CC y TT de la OJE de Mérida, ofreció un concierto de marchas en el que supuso el debut de Irene Leitao como Hermana Mayor de la Cofradía.

Afrontamos, a partir de ahora, una intensa agenda que volverá a dejar imágenes inolvidables de una Cuaresma más deseada que nunca.