Grande en lo pequeño
Crónica del Descendimiento del Calvario 2023
Redacción: José Miguel Galán Sánchez-Cortés
Fotografías: Luis Zama Álvarez y Marco A. Sánchez Nova
Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna.
Una vez más, la espera se acaba y todos los cofrades del Calvario pueden de nuevo acompañar a su más antiguo Titular por las calles de su ciudad. La Hermandad centenaria, la populosa Hermandad de El Barrio que 48 horas antes hace vibrar a sus vecinos, se hace íntima, pequeña, se refugia en el silencio para orar ante Cristo muerto en la cruz.
Tras la oración que culmina con la promesa de silencio, solo la campana tiene licencia para hacerse oír en la Estación de Penitencia que trata de hacer catequesis en la calle. Allí donde hay ruido, bullicio y algarabía; allí solo una campana anuncia que “los moraos” están pasando y mostrando la impresionante figura del Stmo. Cristo del Calvario y, con él, haciendo catequesis de Amor.
Si pensando fríamente pudiera parecer tétrico procesionar con un cadáver, la sola vista de la imagen de Jesús Nazareno clavado en la cruz muestra que no hay lugar para la muerte, salvo un instante, ya que al momento ese rostro nos abre a sentimientos de un gran e infinito amor.
Cada momento contemplando el discurrir de la Hermandad en su silencio profundo traslada a la oración y la reflexión. “Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga la vida eterna.”
Hoy, en una sociedad más alfabetizada y tecnificada que nunca en la Historia, no somos capaces de leer más allá de un titular, no fijamos nuestra atención más de un par de minutos de un vídeo en Internet. Por eso vuelve a ser más necesario ofrecer en la calle una catequesis de amor, de amor fraterno y sincero. Jesús nos da un mandamiento nuevo: “Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros”.
¿Cómo conocerán a sus discípulos si se pierden en rencores y odios? La catequesis de la Hermandad se ofrece cada día, cada semana, todo el año, en el testimonio de cada Hermano Cofrade, en que se aman los unos a los otros.
Y con ese amor, ocho cofrades se disponen, tras la vuelta a lo alto del Calvario, a descender el cuerpo del Nazareno de la Cruz hasta el Sepulcro, y el madero se resiste porque no encuentra tarea más alta que abrazar el cuerpo del Hijo de Dios, pero poco a poco desciende y lentamente es trasladado a la Urna en la que reposará, yacente, hasta su resurrección.
Todo está cumplido, en silencio todos los asistentes marchan de nuevo a su vida ordinaria, aunque quizá con un poco más de amor.
Galería de Imágenes: Luis Zama Álvarez y Marco A. Sánchez Nova.