Eulalia, epicentro de la juventud en el camino a la JMJ
Canciones, sones de guitarra, pandero y tambor han resonado durante casi dos semanas por las calles de Mérida, justamente cruzando el “Cardo Máximo” o recorrido Eulaliense (entiéndase calle Santa Eulalia, Rambla de Santa Eulalia y la propia Basílica).
¿Los protagonistas? Jóvenes que, en su camino de ida (y de vuelta) a la JMJ de Lisboa, han hecho parada en la ciudad para conocer a Santa Eulalia, orar ante Ella… En definitiva, seguir el sendero de tantas y tantos peregrinos que (ya se va apreciando) llegan hasta la Basílica que, a partir de este 10 de diciembre) volverá a ser Templo Jubilar, en esta ocasión, por Santa Eulalia.
Y no es cuestión baladí, ni mucho menos. Eulalia es la patrona de la Juventud de la Archidiócesis (ojalá pronto sea de toda la Provincia Eclesiástica y, ¿quién sabe si de toda la Juventud de España?) y se ha convertido en punto de destino y origen de quienes, a mayor gloria de Cristo, viajaban al encuentro con el Papa.
En la Basílica se ha escuchado la Palabra de Dios, en Ingles, Italiano, Ruso, además de Catalán y Castellano de la zona de Castilla, con acento andaluz, mexicano, colombiano… se podría decir que, en la Basílica, a modo de Torre de Babel, se han escuchado todas las lenguas del mundo.
Más de 4.000 corazones jóvenes, latiendo con fuerza, desde la Basílica gritando el nombre de Eulalia y llevando su nombre a todos los rincones del mundo.
Grupos de Sevilla, Málaga, Murcia, Zaragoza, Vallecas, Lituania, Barcelona, Córdoba, Estepona, Guinea Ecuatorial, Brasil, Gabón, Jerez de la Frontera, Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María, Italia, Denver, Texas, Colombia, Granada… Eulalia, sin duda, más universal que nunca a las puertas de su Año Jubilar.
Sin lugar a dudas, la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia ha sabido estar a la altura de las circunstancias atendiendo, uno por uno, a todos los grupos. Un trabajo que, aunque silencioso, vale su peso en oro.
