Emeritenseando con Chema
El año pasado, cuando tuve el inmenso honor de pregonar a Santa Eulalia, lo dije alto y claro: “Emeritensear es el verbo que nuestro hijo predilecto, José María Álvarez Martínez conjuga cada año antes de que los Reyes se vayan con la niebla“, y hoy, hemos emeritenseado con su pregón.
Desde el mismo momento en que ha alzado la voz desde el púlpito de Santa Eulalia, los asistentes hemos comenzado un viaje en el tiempo y en el universo eulaliense que nos ha llevado, no hay duda, al Año Jubilar.
Y no es para menos, Chema es Mérida y Chema es Eulallia. Un recorrido que ha arrancado desde los propios orígenes del Cristianismo en Hispania, junto al túmulo martirial de Santa Eulalia, y que nos ha llevado, de la mano, a una apasionante historia que los emeritenses deben conocer para creernos, ahora sí, la importancia de lo que tenemos entre manos.
Desde la importancia de todos los símbolos de la ciudad relacionados con Eulalia, hasta como los Caminos de Santa Eulalia se tornaron en los de Santiago. Chema, a través de la palabra, ha ofrecido momentos y argumentos, se ha ofrecido como un libro de emeritensismo abierto al que nos quedan muchas páginas que añadir.
¡Y nos ha retado! Vaya si nos ha retado, a afrontar con arrojo eulaliense las buenas cosas que nos llegan en los próximos meses, previos al Año Jubilar. Nos ha invitado a ser partícipes y testigos de la transformación del entorno eulaliense y de todo lo que, aún tiene que ofrecer. En definitiva, en 25 minutos, hemos emeritenseado de lo lindo y esa forma de hacerlo solo la sabe el pregonero.
Y la palabra dio paso a la música de la Banda de Música de Mérida y esa Joven Orquesta Ciudad de Mérida que, sabiamente dirigida por Pilar Vizcaíno, nos ha adentrado en el tiempo de Navidad pues, ya se sabe, Eulalia es la antesala de la Navidad en Mérida.
Y así las cosas, junto al Obelisco, ese recuerdo eulaliense se los tiempos del gozo, se ha rememorado la tradicional pitarra que, en estas fechas, se abren en casa de los emeritenses con los productos de la matanza, las aceitunas y las migas.
Diciembre ya está aquí, y viene de la mano de Eulalia, como siempre.
Fotografías: Raúl Flores Hernández