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Crónica Viernes Santo (Mañana) 2016

Fecha:
25 de Marzo de 2015
Redactor:
Mario Hernández
Fotografías:
José Manuel Romero Cerrato (Mané)
Antonio Moreno Barriga
José Luis Garrido
Manuel Molina Bolaños
“Elegante cortejo, colorido en la jornada triste del viernes. Sensación de nostalgia, de balance, de despedida por el tiempo que se acaba en la esperanza del tiempo nuevo. La Esperanza que os llega bajo palio, a los sones de las mejores marchas ¡¡¡Qué bien se pasea la Esperanza en el Viernes Santo!!!”

SIEMPRE QUEDA ESPERANZA

Que la Esperanza reside en Santa Eulalia es obvio. Y no solo porque la titular de la Cofradía Ferroviaria nos espere en esta Basílica durante todo el año sino porque Esperanza es poder contemplar, cada día, en el hornito, el rostro bello de Santa Eulalia. Ese rostro bello que es el último que ve la Virgen de las Angustias poco antes de realizar su entrada en el mediodía del Viernes Santo.

¿Qué sería un Viernes Santo sin la procesión matinal de los Ferroviarios? Sería un Viernes sin luz, sin color, en blanco y negro. Un fotograma vacío de una Semana Santa que aspira a mucho más gracias al incansable esfuerzo de sus cofrades.

Fotografía: Antonio Moreno Barriga

Por ello cuando a las once de la mañana  los Ferroviarios ponen en la calle su Cruz de Guía, es cuando amanece realmente en Mérida el Viernes Santo. Es cuando se hace la luz tras la oscuridad de la noche. La Virgen de las Angustias emprende el recorrido más monumental de la Semana Santa aprovechando, desde el mismo centro, buscar rincones fotográficos que guarden en la retina del visitante estampas que son únicas en el mundo.

La Virgen de las Angustias es la mejor síntesis de la Semana Santa. Es el principio del fin. Es el momento en el que rememora cómo, en Belén, limpiaba a su pequeño que ahora, inerte, yace en su regazo. Como tantas y tantas madres a lo largo de la historia ¿hay peor dolor para una madre? La Virgen de las Angustias es el principio del fin que se convierte en continuidad ya  que entre sus brazos mantiene el peso de todas las desgracias del mundo, esas desgracias, esas ruindades, esas faltas, esas mentiras, esas traiciones, esas mezquindades, esas injusticias. ¡¡¡Qué grande el abrazo de la Virgen de las Angustias!!!

Y así nos las pasea por Mérida con una estampa bella, para así evitar que volvamos la mirada hacia otro lado. Para que miremos de frente los motivos que han provocado que su hijo acabe, este Viernes Santo, de nuevo en sus brazos.

Fotografía: José Luis Garrido

Elegante cortejo, colorido en la jornada triste del viernes. Sensación de nostalgia, de balance, de despedida por el tiempo que se acaba en la esperanza del tiempo nuevo. La Esperanza que nos llega bajo palio, a los sones de las mejores marchas ¡¡¡Qué bien se pasea la Esperanza en el Viernes Santo!!! Blanco y verde para un templo de plata que se funde con el Templo de Diana. La mañana se hace tarde con la Esperanza en Santa Eulalia. Una última salve, una última caricia entonada por sus costaleros a los sones del Corte de Peleas, prolongan la jornada para prepararnos el camino al Santo Entierro.

Mañana luminosa de Viernes Santo. Sones musicales de la Oliva para despedir a la Virgen de las Angustias que, nuevamente, nos muestra el camino a la Esperanza que, siempre, se guarda en Santa Eulalia.

Galería Fotográfica:

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