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Vía Crucis

Crónica del via crucis 2020. #SSMerida2020Virtual

Recordando el Vía Crucis en el Anfiteatro Romano

madrugada del 10 al 11 de abril de 2020

Redacción: celia lafuente

Imágenes: Francisco Rosco, Marco A. Sánchez Nova, Manuel molina y José manuel romero cerrato (Mané).

VÍA CRUCIS.

«El escenario entierra las raíces más profundas de la cristiandad y le da autenticidad a lo que allí se conmemora»

Es momento de reflexionar sobre el camino que nos manda Jesús, amor al prójimo, compasión y entrega. Es momento de rememorar ese viaje hacia el monte Calvario con pasión, muerte y resurrección. Es momento de hacer examen de conciencia y empatizar con el dolor y el sufrimiento de los demás.

Piensa por un momento en el tambor sordo que acompaña al Cristo de la O, un sonido que retumba en la cabeza y nos dirige cada año hacia esa oración comunitaria que se celebra en el anfiteatro romano del siglo I. Un acto de fe único en el mundo que hoy hacemos desde el aislamiento social. Se suma el sonido de dieciséis pasos que son los pies de Cristo durante esta noche. Olor a cirio y también primavera, pues tras unos días de intensas lluvias, este Viernes Santo hemos podido disfrutar del sol y agradables temperaturas; y aunque desde casa, la noche estaba estupenda.

La estación de penitencia que se vive cada año en el propio anfiteatro emeritense es sobrecogedora y muy valiosa. El escenario entierra las raíces más profundas de la cristiandad y le da autenticidad a lo que allí se conmemora. La talla, del siglo XV, es sin duda uno de los grandes patrimonios de la Capital Extremeña.

Recordando el Via Crucis en el Anfiteatro Romano

Una vez sentados en el graderio del monumento romano podemos perdernos en la inmensidad del cielo y sentir la libertad que hoy tenemos privada. Las paradas de este manifiesto junto con el sonido de fondo de la Capilla Gregoriana del Santísimo Cristo del Calvario nos traslada, más que nunca, a la cotidianidad del momento: Estamos ‘condenados’, cargando con esta cruz que nos ha hecho caer, encontrándonos con nuestra madre y recibiendo o dando ayuda. Despojados de libertad. Consolando a los que lloran por los que se han ido, los que han sido sepultados y resucitarán al tercer día, como lo hace Jesús en la decimoquinta estación.

Una vez finalizado el Vía Crucis abandonamos el Anfiteatro con el respetuoso silencio que caracteriza este momento. Andamos junto a Él, es momento de reflexión. La legión V ‘Alaudae’ va dibujando el camino por la bella Emérita Augusta hasta la Concatedral de Santa María donde concluye la Estación de Penitencia.

Imágenes en la Memoria:

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