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El Alma de Mérida

Crónica del miércoles santo. Cofradía Tres Caídas 2020. #SSMerida2020Virtual

Recordando el Miércoles Santo de la Cofradía Tres Caídas

8 de abril de 2020

Redacción: ana gaviro

Imágenes: maría bermejo, antonio moreno barriga, francisco rosco, manuel molina, luis zama, marco a. sánchez nova, josé manuel romero cerrato (Mané)

EL ALMA DE MÉRIDA.

Atronador silencio en Antonio Campos Hoyos. Las puertas laterales de la parroquia de Nuestra Señora de Los Milagros están cerradas a cal y canto. La avenida, en la que todo un barrio se une para vivir ese momento que lleva esperando no uno, sino dos años, se muestra con una soledad infinita.

Sólo las imágenes del Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Misericordia, suspendidas en los balcones aledaños, denotan que estamos en Miércoles Santo.

Son las ocho de la tarde y la algarabía estalla en balcones. Suenan palmas, La Saeta y las sirenas de las patrullas del Cuerpo Nacional de Policía. Son Hermanos de Honor de la Cofradía y no van a faltar a su cita anual con el imponente Caído de Berlanga y la soberana solemnidad tranquila –cual mar azul como su manto- de la Virgen de la Misericordia.

Un vecino, quizás buscando el momento a propósito, ha bajado la basura justo cuando el silencio ha vuelto a hacerse dueño del lugar. Mira a las monumentales puertas por dónde sale la Hermandad y se fija en los azulejos que, con la imagen de los titulares, en sendos lados las flanquean. Reflexiona.

“Dos años ya. Dos años de impaciencia por veros, acompañaros, estar junto a vosotros. Dos años de no ha podido ser. Dos años de… Sin embargo hoy hacemos la procesión más importante de nuestra historia. Cual mes septiembre o tercer sábado de cuaresma, nuestros titulares se asoman al dintel para tomar el camino contrario al habitual. El recorrido se invierte. Hoy no nos asomamos al Puente Romano. Hoy la dirección es contraria”.

Recordando el Miércoles Santo de la Cofradía Tres Caídas

Lentamente, gira su cuerpo. Levanta la cabeza. Sus ojos, llenos de lágrimas, se fijan en un punto. Allí, al final de esa misma avenida. El Cristo de las Tres Caídas y Nuestra Señora de la Misericordia se han cuadrado ante la puerta acristalada enmarcada en columnas de colores y un gran voladizo verde. Apenas reciben la luz que llega de las ventanas. Pero con Ellos llega la Oración y la Luz.

En medio del caos y la confusión del mundo, la oración y Luz del Espíritu tienen unos destinatarios muy especiales en estos días. Los que la sufren, los que la combaten, los que trabajan incansables por todos los que estamos en casa,…Para todos ellos la reverencia, la fe, el aplauso, la plegaria, la música, la misericordia, la esperanza, el sosiego necesario que emana del corazón de cada uno de los que permanecemos al abrigo del hogar.

En fin, el agradecimiento eterno de una ciudad, porque este Miércoles Santo de 2020,  la Cofradía de las Tres Caídas no sólo es el alma de un barrio.

“Hoy somos el alma de Mérida”, pensó antes de volver, reconfortado, a casa.

Imágenes en la Memoria:

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