TOP

Más Calvario que nunca

Crónica del Descendimiento del Calvario 2024

Redacción: José Miguel Galán Sánchez-Cortés

Fotografías: Manuel Molina Bolaños.

Cristo por nosotros se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz; por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre.

El llanto que viene de lo alto y que este año llena de lágrimas las mejillas de miles de cofrades en todos sitios no cesa. Las calles mojadas y el cielo completamente cerrado de nubes y oscuro impiden a la centenaria Hermandad del Calvario poner la Cruz de Guía en la calle.

Rostros serios, tristes entre los hermanos cofrades, pero sin embargo no hay disgusto total porque todos saben que, a pesar de la lluvia, nada impedirá poder realizar el acto más íntimo de esta Hermandad: el Descendimiento de su más antiguo titular desde la Cruz en la que se encuentra clavado hasta su Sepulcro plateado en el que debería procesionar la tarde siguiente.

El lugar elegido y obligado para realizar el Descendimiento será el interior de la Casa de Hermandad, antigua Ermita del Calvario, que por momentos se abre a su barrio y descubre el imponente paso del Stmo. Cristo del Calvario, acompañado a pie de la imagen de María Stma. de la Amargura, que sostiene sobre sus manos el sudario que cubrirá al final del acto el cuerpo de su Hijo.

De repente, la penumbra que envuelve todo, convierte esa nave en un templo que acoge los sentimientos más profundos de todos los presentes. El Director Espiritual toma la palabra y el silencio de hace entre los presentes, solo se oyen los versos del Himno que alaba la Cruz que sostiene el cuerpo sin vida del Señor.

Sus palabras dan paso al canto con el que los encargados de desclavar a Cristo inician su labor. Clavo a clavo, van descolgando los brazos lentamente y, casi sin darse cuenta, el cuerpo de Jesús se desclava y es sostenido en sus manos para, de la forma más delicada que les es posible, dejarlo reposar en la Urna de Plata preparada para acogerlo.

Y la antigua Ermita, con su gente, se hace Calvario, más Calvario que nunca. El silencio lo inunda todo: las mentes y los corazones de todos los que asisten impresionados, que quieren ahora acercarse a admirar la belleza de la escena nada macabra del cuerpo inerte del Cristo, que muestra un rostro dulce y sereno.

En la urna, cubierto por el sudario de oro, yace el cuerpo de aquél que vino al mundo a redimir los pecados del Hombre. Un cuerpo que soporta todo el peso del odio hace sufrir a buena parte del mundo, que carga dentro de sí la maldad de aquéllos que solo ven por los ojos del egoísmo y la avaricia.

“Cristo por nosotros se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz; por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre”.

Cada cual marcha a su casa en silencio, pocas palabras alcanzan a salir de la boca de aquéllos que han visto a Jesús muerto, pero saben que la muerte es solo el paso temporal para que el Redentor resucité y con él la Esperanza de la Humanidad en la bondad y el amor.

Galería de Imágenes y Videos: Manuel Molina Bolaños.

Facebooktwitterlinkedinmail