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Una calima que envolvió a la Infantil

Crónica del Domingo de Ramos 2024. Infantiles

Redacción: Paco Vadillo Solis

Fotografías: Raúl Flores Hernández, Marco A. Sánchez Nova y Francisco Rosco Rosco

Nada es por casualidad. Hay un trabajo diario, durante todo el año. La Infantil saca a la burrita todos los meses del año de forma figurada para que el pueblo les acompañe.

Las tradiciones, cuando las abrazamos y las convertimos en parte de nuestra vida adquieren un carácter de propiedad. Es lo que ocurre con la procesión de La Burrita. Forma parte de la propiedad emocional de cada uno de las y los emeritenses. Sale la Burrita, comienza el júbilo. Arranca la Semana Santa.

La Cofradía Infantil es, en la actualidad, la que mayor número de hermanos saca a las calles emeritenses. Una marea de capirotes rojos que inunda cada rincón por donde discurren. El niño, del conjunto escultórico, le da la mano a la burra para acompañar la entrada de Jesús en Jerusalen. Lo mismo hace esa hilera interminable de capas rojas delante del paso. Dar la mano a Jesús en su estación de penitencia por las calles de Mérida. No está solo. Y la Infantil lo representa de forma exquisita.

Llevábamos semanas litigando con la previsión meteorológica. Éramos conscientes de que el tiempo no iba a ser favorable para nuestra Semana Santa. Y cuando hablamos de favorable nos referimos a sol y luz.

Una intensa calima lleva varios días haciendo de chistera sobre nuestras cabezas. Un cielo plomizo, que amenaza lluvia con barro de forma constante y que podría haber hecho fracasar las ilusiones y sueños de miles de emeritenses cada Domingo de Ramos.

Pero no fue así. La calima envolvió a la Cofradía Infantil como lo hace cada año el mantolín del cristo, que como cuenta la leyenda, perteneció al Príncipe Suba Sadiq Abbasi de Pakistán y fue adquirido por un hermano de la cofradía que viajó hasta aquel país.

Se abren las puertas de la concatedral. Comienza la columna de nazarenos y nazarenas. Miles de familias aguardan por todo el recorrido. Las niñas y niños de Mérida son de la Infantil. Lo expresan y muestran con alegría cada Domingo de Ramos. No es la cantera del resto de hermandades, es la opción elegida para ser cofrade de forma mayoritaria en Mérida. Porque, recuerdo, esta hermandad cuadruplica en hermanos a la siguiente en porcentaje.

Nada es por casualidad. Hay un trabajo diario, durante todo el año. La Infantil saca a la burrita todos los meses del año de forma figurada para que el pueblo les acompañe. La saca en la pastorada, en las jornadas de convivencia, en los arroces, en la escuela cofrade… La Burrita realmente cada Domingo de Ramos recoge los frutos y el acompañamiento de quienes han compartido durante el año el trabajo de hermandad. Esa es la esencia de la Infantil.

No existe un punto del recorrido sin que  le espere el pueblo de Mérida. Y su rachear por la ciudad discurre por rincones tan sorprendentes como la Alcazaba Árabe, Presidencia de la Junta, Templo de Diana, Arco de Trajano, Museo Visigodo y la propia Plaza de España. La Burrita hace un recorrido emocional, turístico y patrimonial por los rincones que nos definen y nos hacen únicos como cristianos y emeritenses.

Excelente trabajo, un año más, de sus capataces. Que hacen posible que los contratiempos se conviertan en momentos para explotar y aprender. Y son los artífices que su cuadrilla lleve al misterio de forma elegante, disciplinada, cautivadora. Una cuadrilla y una hermandad que ya merecen un paso renovado para la Entrada de Jesús en Jerusalén. Que otorgue la magnificencia de la calidad de la cuadrilla, los capataces y de la propia hermandad. Y refleje el masivo seguimiento que tiene del pueblo de Mérida. Fueron pioneros en muchas cosas, ahora es el momento de seguir dando pasos en ese sentido, como saben ellos, con elegancia y trabajo, mucho trabajo.

El exorno floral este año era muy adecuado, con esa hilera que recorría cada lateral del trono llena de calas, claveles morados, margaritas matizadas en rosa, astromelias y statice blanco. Chapeau. Y, como siempre, con un excelente acompañamiento musical tanto de la OJE abriendo el cortejo como de la agrupación de Hinojosa del Duque, en Córdoba, tras el paso.

Hubo varios momentos de la agrupación cordobesa sublimes, como la bajada por la calle El Puente, la subida por Romero Leal o la chicotá entre Félix Valverde Lillo y la calle San Francisco. Una conjunción de notas y ritmos, de partitura y movimiento de pies y cadera, que hacen que ver a esta hermandad por la calle sea un auténtico privilegio.

Hubo calima, pero no pudo con la Infantil. Hubo amenaza de lluvia, pero no pudo con la Infantil. Hubo ansiedad por salir, pero no pudo con la Infantil.

La cofradía dispuso en la calle un momento clave de nuestras vidas como emeritenses. Es nuestra propiedad. Forma parte de nuestra memoria emocional. La Burrita salió a la calle y con ella la cofradía de todas y todos los emeritenses.

Galería de imágenes y videos: Raúl Flores Hernández, Marco A. Sánchez Nova y Francisco Rosco Rosco

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