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Una noche para su barrio

Crónica del Jueves Santo 2023. Vera Cruz

Redacción: Manuel López Díaz

Fotografías: Manuel Molina Bolaños

Y es que el barrio es así. ‘Las Sindicales’ sin su procesión del Jueves Santo no sería lo mismo.

Lucía una tarde espléndida. Los rayos de sol cubrían el barrio de La Antigua. Los más pequeños desbordaban de ilusión porque para unos, otra vez, y para otros, por primera vez, llegaba el Jueves Santo y eso no pasa desapercibido.

Los más mayores del lugar alzaban su persiana para ver pasar a los titulares de la Cofradia de la Veracruz, esos que ven cada domingo en la iglesia pero que una vez al año inundan el barrio de esperanza, amor y hermandad.

Y es que el barrio es así. ‘Las Sindicales’ sin su procesión del Jueves Santo no sería lo mismo. Porque a un barrio tan particular, con su folclore, su carnaval, su navidad y su tradición no puede faltarle su Jueves Santo. Es suyo. Lo disfrutan. Lo sufren . Lo llevan por dentro y lo transmiten de mayores a pequeños.

Así que a las 17:30 horas, con las primeras marchas de la banda de Nerva, la cruz de guía tomaba las calles donde le esperaban en los primeros metros cientos y cientos de personas, quedando una estampa espectacular a pleno luz del día.

El Santísimo Cristo de la Veracruz ya estaba  en la calle y a escasos metros se creaba una imagen única, novedosa, ya que no muy lejos del paso se encontraban los nuevos murales del Museo de Muralismo Contemporáneo de Mérida (MUMCO) que decora el barrio desde hace unas semanas.

Tras el señor era el turno de la ‘Madre del Barrio’, María Santísima de Nazaret. La protectora. La cuidadora. La que da aliento a todo el que lo necesita. Los costaleros la hacían bailar, saludando al barrio tras un año sin ver la calle.

Con los dos titulares en la calle, la procesión tomaba su camino hacia el centro de ciudad, no sin antes salvar el siempre complicado paso por subterráneo. Ese subterráneo que cada año les hace despedirse de su barrio y dejarlo huérfano, aunque solo por unas horas, para procesionar por el centro de Mérida.

Ante miles de persona encaraba la Avenida Extremadura hacia arriba pasando por el Hornito de Santa Eulalia y llegando a un Arco de Trajano a rebosar donde mostraron a toda España el orgullo de su barrio, sus tradiciones del Jueves Santo y su sacrificio y fe.

La entrada en carrera oficial fue el momento previo a la vuelta al barrio. Y ahí, siempre, los costaleros de María Santísima de Nazaret disfrutan y hacen disfrutar. Los sones de la banda hacen bailar a una madre que nunca pierde la esperanza.

Y así, llegaba el momento de la vuelta al barrio. El momento más difícil. Porque en la subida a la calle Santa Eulalia las fuerzas flaqueaban. Se pasaron momentos difíciles, complicados, pero el premio estaba cerca, quedaba muy poco para llegar a casa.

A ese empujón final se sumó la OJE, que se incorporó a la procesión en la rambla y que llevó en volandas al Santísimo Cristo de la Veracruz hasta su casa. Mientras, detrás, las fuerzas de María Santísima de Nazaret también eran escasa. Pero ella, demostró una vez más, que una madre no puede rendirse.

Últimas calles antes de llegar a la iglesia del Perpetuo Socorro. Los allí presentes ya escuchaban a las bandas muy cerca. Y pasadas las 00:00 de la noche la cruz de guía hacía la entrada en su casa. Después, llegó el momento que todos estaban esperando, el que esperan cada año, el que cierra el Jueves Santo.

El abrazo de una madre a su hijo. Un abrazo cargado de emoción, que significa mucho. Un abrazo que también supone un respiro y una liberación. Al igual que supuso un momento único la saeta que un abuelo le dedicó a su nieto, costalero del Cristo, y que puso la piel de gallina a todo el allí presente con el abrazo que nieto y abuelo se dieron tras la misma.

Hay muchos tipos de abrazos a lo largo de la vida, pero el abrazo que una madre y un hijo se dan no tiene comparación. Y así fue. Ese momento fue para despedirse de nuevo de su barrio y de su gente, de todos esos que ya cuentan los días para volver a ver a la madre de su barrio procesionar por las calles de su ciudad. Su tradiciones, su Jueves Santo, su pasión. Su barrio es así.

Galería de Imágenes y Vídeos: Manuel Molina Bolaños.

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