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Tarde de hiel y rosas

Crónica del Jueves Santo 2022. La Paz

Redacción: Ana Gaviro Gómez

Fotografías: Paco Rosco Rosco

No tengo que deciros que esta levantá va por muchos hermanos que nos faltan hoy. Así que al cielo No, lo siguiente!

“Jesús le dijo: «Amigo, haz lo que vienes a hacer». Entonces, se acercaron a Jesús y lo arrestaron”.   Evangelio de San Mateo. Capítulo 26, versículo 50

No puede haber mayor amargura que saber que todo lo escrito se va a cumplir y que en medio de todo se encuentra la deslealtad de uno de los tuyos.

Sin embargo, ayer el Prendimiento no fue traición. La hiel por la pérdida y la oscuridad de dos años aciagos, tornó su significado para convertirse en esa otra lectura que algunos hacen sobre el ósculo de Judas. Fue respeto y admiración desde la primera llamada del capataz que cedió todo el protagonismo de su estreno a la cabecera del Beso de Judas.

A sones de ‘Cerca de Tí’ y con un  sentido “No tengo que deciros que esta levantá va por muchos hermanos que nos faltan hoy. Así que al cielo No, lo siguiente! Él se merece esto y mucho más” dedicado a Lolo -el recordado capataz que se marchó antes de lo debido en medio de un tiempo oscuro y que ayer dio su último paseo por la carrera oficial- comenzaba el desfile procesional de La Paz, que transcurrió bajo el recuerdo de todos aquellos que partieron sin despedirse. De manera callada. Sin nisiquiera poder encomendarse a esos ojos gitanos de sus amores.

Fue tarde Azul de Jueves Santo con jirones blancos que parecían llevarla en volandas, mientras en paralelo a Rabo de Buey, emprendía la bajada hacía el momento más esperado: la entrega a la ciudad de Mérida, porque la Virgen de La Paz –con permiso de sus hermanos y su Barrio- deja de ser del barrio para ser de la ciudad justo en el preciso instante en el que supera ese ojo del Acueducto de San Lázaro, que es frontera imaginaria de aquella Mérida que fue.

Fue tarde de barrio que, da igual cómo vengan los tiempos o lo que pase, vuelve a congregar a sus hijos, en la diáspora, en torno a la singular estampa de la salida: esfuerzo denodado de costaleros por salvar unos escalones, antaño lo más bonitos de la Mérida Cofrade, hoy antesala de un muro gris como el mundo sobre el que Ella se empeña, y de qué manera, por extender su nombre.

Fue tarde de retos y de raigambre, dos características que se casan en la nueva andadura de la Junta de Gobierno, desahuciada de oficialidad durante muchos años, pero reforzada por el empeño bizarro de hermanos sencillos, entregados y trabajadores que no han cesado de luchar en la particular travesía en el desierto que la Cofradía ha vivido durante dos largas décadas.

Fue tarde de reencuentro con Mérida, con su ciudad, con sus hijos. Fu noche primaveral de regreso abrumador en el que como siempre, La Paz fue desparramando esa blancura exultante que nos deja un mensaje de fe y esperanza: el blanco es luz, el blanco es libertad, el blanco es inocencia, el blanco es vuelta a la vida…porque la hiel que hemos vivido y la que vivimos mutará en rosas.

“Hágase tu voluntad”. Evangelio de San Mateo, Capítulo 6, versículo 9

Galería de Imágenes: Paco Rosco Rosco.

Videos: Paco Rosco Rosco.

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