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Recuperando tradiciones

Procesión del Corpus Christi 2022

Mañana fresquita para una procesión del Corpus en la que, tras dos años sin poder celebrarse, Su Divina Majestad volvia a pisar las calles de Mérida rodeada por toda la Comunidad Cristiana de la Ciudad, así como de las autoridades civiles que, como cada año, cierran el colorido cortejo que supone el fin del ciclo cofrade y paréntesis litúrgico estival.

Así las cosas, en un mañana fresca que invitaba al paseo y a la visita de los altares, la juncia alfombraba las calles del recorrido evocando estampas de antaño en el que los abuelos trenzaban las porras con las que jugaban los niños de la época, sin necesidad de móvil, en las calles y plazas de la ciudad.

La procesión se iniciaba pasadas las once de la mañana con el tradicional repique de campanas de la Concatedral que anunció la salida de la custodia procesional, bajo ese templete de plata de 1.699 que cada año procesiona a nuestra Patrona, y que, dato que quizá muchos emeritenses desconozcan, se fabricó para ser procesionada, antaño, en el mismo. Es decir, el recordado Don Heliodoro, puso las cosas, a mediados de los 80, en su sitio.

Hecho este inciso, la marcha real, interpretada por la Banda de Música de Mérida, dió la bienvenida civil a Dios en la calle. Tras ello, la custodia se fue parando en los altares del recorrido. Ayuntamiento, todo un clásico en su fachada, el de la Cofradía del Nazareno, todo un alarde de trabajo y originalidad de su grupo joven con una alfombra de sal en la escalinata del Mercado de Calatrava, el de la Adoración Nocturna, clásico en sus colores blancos y amarillos y en su ubicación en la Puerta de la Villa, desde tiempos de Don César (no el emperador ni el recordado párroco), y el de la Vera Cruz, en la puerta del Mercado que le dió origen como convento franciscano con una preciosa composición en la que destacaba el icono de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

La bendición final, realizada por el Vicario General, Don Francisco Maya, se produjo en el altar ubicado en la puerta de la Concatedral y montado por la Cofradía Infantil coml miembros de la Comunidad Parroquial y en el que los niños y niñas de Comunión, auténticos protagonistas, lanzaron sus pétalos al aire.

Y con la entrada de la Custodia finalizaba una jornada en la que la ciudad volvía a reencontrarse con una de sus más entrañables tradiciones y en la que uno se iba con la sensación y el recuerdo de los Corpus de antaño en el que se disponían por el recorrido hasta 12 altares de Asociaciones y Cofradías. Tomemos nota, todo es recuperable para la mayor gloria de Dios.

Galería de imágenes (Paco Rosco Rosco y Luis Zama Álvarez): 

Videos (Paco Rosco Rosco y Luis Zama Álvarez): 

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