TOP

En el alto del Calvario se funde la luz de los cirios, el negro de la noche y el “morao” que le da identidad a la Hermandad

Crónica del Martes Santo 2023. Calvario

Redacción: Celia Lafuente López

Fotografías: Manuel Molina Bolaños y Raúl Flores Hernández

Entonces Pilato soltó a Barrabás para ellos; y habiendo azotado a Jesús, lo entregó para que fuese crucificado

El alto del Calvario se convierte cada Martes Santo en hervidero de pasión, devoción, fe… Una de las tradiciones más preciadas de la Semana Santa emeritense y que guarda toda la esencia de este céntrico barrio de la capital extremeña. Un barrio que hace comunión con su cofradía y se impregna del olor a incienso, azahar y rosas. Músicos que suben hasta la Ermita, ante una multitud de rostros impacientes por vivir la hermosa catequesis plástica de esta centenaria Hermandad.

La Cruz de Guía se planta puntual bajo el dintel de la Ermita para comenzar la estación de penitencia. Son 123 años de rigor y seriedad y como cada año, resulta sobrecogedora la salida de sus pasos, mezclada con el arte de los costaleros y sus exquisitas chicotás. El cortejo lo abre Ntro. Padre Jesús en la Oración en el Huerto que va dibujando el intimismo con el que van a discurrir por el callejón de la Amargura.

La emoción es palpable hasta en los andares y la Hermandad respira en su llegada a la Plaza de España. Se luce. Se recrea a su paso por la Concatedral ante la atenta miradas de los amantes de la semana de pasión emeritense y las miles de personas que llenan estos días las calles de la ciudad.

“Entonces Pilato soltó a Barrabás para ellos; y habiendo azotado a Jesús, lo entregó para que fuese crucificado.”

Atado a la columna y recibiendo azotes ante la expectación de los allí presentes, la Flagelación se funde en un abrazo con los miembros de la Junta de Cofradías en las puertas de Santa María. El solemne caminar de la Hermandad avanza para la llegada del Nazareno del Calvario al mismo lugar. Su riguroso silencio resulta estremecedor, al igual que las imponentes sombras que se van dibujando en la fachada de la concatedral. Recreándose, a paso lento, van portando a nuestro señor con por la Plaza de España, regalando momento que invitan a la reflexión.

Sobrecogidos nos deja a su paso María Santísima de la Amargura que, capitaneada por Mario Balanzategui, sigue los pasos de su hijo caminando elegante bajo el palo. El dolor de su rostro es los que llegan al alma, y en su andar va recibiendo halagos de la gente de su barrio cuando se adentra en la calle Calvario. La multitud se congrega de nuevo en el entorno de la Ermita para esperar la llegada de los suyos y con la noche bien entrada, la estampa es una explosión de fervor, esperanza y pasión.

En el alto del calvario se funde la luz de los cirios, el negro de la noche y el “morao” que le da identidad a la Hermandad. Se mezcla el sentimiento del dolor amargo de una madre, con la fe de quienes procesiona por ellos. El esfuerzo, las ganas y la apuesta por estar allí un año más. Y en el recuerdo de Mérida, una Oración brillante, la Flagelación imponente, la solemnidad del Nazareno y el hermoso rostro de la Amargura.

Galería de Imágenes y Videos: Manuel Molina Bolaños y Raúl Flores Hernández.

Facebooktwitterlinkedinmail