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Exquisitez y elegancia

Crónica de la mañana del Viernes Santo 2025. Ferroviarios

Redacción: Mario Hernández Maquirriaín

Fotografías y Vídeos: Paco Rosco Rosco.

Y a pesar de pequeños amagos de lluvia en algunas ocasiones, lo consiguieron sacando toda su fuerza a la calle con la Santísima Virgen de las Angustias y Nuestra Señora de la Esperanza con suma exquisitez.

No hay mayor dolor para una madre que la muerte de un hijo, un dolor desgarrador, que te parte por dentro. De ese dolor Mérida sabe, y mucho, gracias a la Cofradía Ferroviaria que, en sus orígenes, decidió que Mérida tuviera un paso de Misterio de esta envergadura y con una ejecución perfecta.

La Santísima Virgen de las Angustias es la expresión suprema del dolor, reflejado en una cara dulce, sin gestos que rompan la belleza de la Virgen que, con cariño, acoge a su hijo entre sus brazos a los pies de la Cruz.

Para los Ferroviarios, la mañana de Viernes Santo ha vuelto a ser de incertidumbre. Lo cierto es que, por mucho que ya estén acostumbrados, a uno no se le despega la ropa del cuerpo a la hora de tomar decisiones.

Y tomaron, como siempre, la correcta. Porque las Juntas de Gobierno no aciertan ni se equivocan, se decide y se hace lo que se considera lo más correcto con todas las previsiones sobre la mesa.

La mañana estaba extraña, plomiza. En los momentos que salía el sol, éste picaba como si fuera un día de verano, y la Cofradía decidió salir acortando ligeramente el recorrido y así evitar un frente previsto para el mediodía.

Y a pesar de pequeños amagos de lluvia en algunas ocasiones, lo consiguieron sacando toda su fuerza a la calle con la Santísima Virgen de las Angustias y Nuestra Señora de la Esperanza con suma exquisitez, tanto en la labor de vestidores como floristas.

La Virgen de las Angustias lucia un terno totalmente negro, destacando su tocado en color beige y con un corazón con siete puñales en el pecho. La Virgen de la Esperanza destacaba con su saya espectacular.

La llegada a la Plaza de España de la luminosa y colorida cofradía es todo un referente en el Viernes Santo emeritense ya que lo hacen en el momento justo en el que la Plaza se convierte en un hervidero de gente. Lástima que nadie tome nota para la mañana del Jueves Santo, la Semana Santa ganaría enteros.

Alrededor de las tres de la tarde, la Cofradía pudo completar su recorrido junto a la Estación de Renfe donde volvió a dejar estampas históricas en el álbum que nos deja esta Semana Santa.