Se acerca la hora de salida. En la calle, la gente está pendiente del cielo, está nublado, indeciso, no sabemos qué ocurrirá. En el interior de la Parroquia de Ntra. Sra. de los Milagros, caras de ilusión, este año sí, el pasado no pudo ser, se oye alrededor de los pasos.

Llegó el momento, se anuncia que se va a reunir la Junta de Gobierno, va a deliberar, se pide silencio, Todo el mundo pendiente de que ocurrirá, empiezan los nervios y primeros sollozos. Salen y su Hermano Mayor comunica que van a salir. Todos los hermanos rompen en aplauso, tienen deseo de salir a la calle con su Cristo y su Virgen.

Se abren las puertas, es cierto, vamos a salir, sale la Cruz de Guía, el tramo de nazarenos del Cristo sale. Se preparan sus portadores, avanza, con mimo y delicadeza lo descienden para salvar el dintel de la puerta, el Stmo. Cristo de las Tres caídas está en la calle. La gente aplaude, hay ganas de estación de Penitencia.

Empieza a caminar, suenan los primeros sones de la Banda de Cornetas y tambores Ntro. Padre Jesús Nazareno y Mª Stma. de la Esperanza de Zafra. Cuerpo de penitentes, el paso sale por la puerta del recinto parroquial, va cogiendo la curva para llegar a la calle Antonio Rodríguez Moñino. Los portadores de Ntra. Sra. de la Misericordia se preparan, va a salir.

El paso de la Virgen, preparado, lo levantan y de repente, se empiezan a ver algunos paraguas abiertos, empieza a llover, hay aire, puede ser una nube. El cortejo prosigue, puertas de la iglesia cerradas, está la Cofradía en la calle, Cruz de guía a la altura, del Centro Cultural de Nueva Ciudad.

El Santísimo Cristo de las Tres Caídas, ya ha encarado la calle, de repente mandan parar, hay algo de distancia entre los caballos de la policía nacional y el tramo de nazarenos. Se tarda en dar la siguiente orden de avanzar, el aguacero cada vez es más continuo, algo me dice que puede ocurrir lo que no queremos.

Me vuelvo, llego a la altura de la puerta principal de la parroquia, puertas abiertas, el tramo de nazarenos del paso de palio se están dando la vuelta. Por la puerta que han salido se ve venir el palio. Ntra. Sra. de la Misericordia vuelve a su casa. Momentos de dolor de llantos de nervios. Personas llorando, otros parece que se han quedado estáticos, no reaccionan.

Aparece por la puerta del cierre parroquial, el Stmo. Cristo de las Tres Caídas, el palio está entrando en casa. Avanza y el Cristo con su mano extendida, nos mira, nos mira como a las mujeres de Jerusalén cuando las dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos… Pues si al árbol verde le tratan de esta manera, ¿en el seco qué se hará? (Lc 23,28-31).

No pudo ser, las puertas se cierran, otro año de agua y llanto.