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Como siempre, ajustados al guión

Crónica de la mañana del Viernes Santo 2022. Ferroviarios

Redacción: Ana Gaviro Gómez

Fotografías: Antonio Moreno Barriga y Paco Rosco Rosco

Siempre tendremos el destello de esa cajita de plata –las más espectacular de la semana santa emeritense- que guarda el nombre más bonito que un emeritense puede pronunciar en Viernes Santo: Esperanza!

No muchas cofradías tienen la suerte de procesionar el día en el que se cumplen 75 años de su fundación y al día siguiente volver a plantarse en la calle ofreciendo la estampa más tradicional, colorida y emocionante del Viernes Santo emeritense.

No muchas cofradías tienen la suerte de que el colorido sea igual de intenso, ya haga una mañana espléndida y luminosa, como la de ayer, o las nubes amenazantes lo cubran todo.

Sea como fuere, desde que en 1961, Angustias y Esperanza tienen una cita con el sentir cofradiero de Mérida en la mañana de Viernes Santo siempre hay verdes, azules, negros, blancos, plateados, caobas… que contrastan con la piedra granítica de la basílica de Santa Eulalia, el Arco de Trajano o el propio entorno de la Plaza de España dando color a esta singular mañana emeritense. 

Siempre habrá gerveras amarillas como hace años, rosas inglesas como en 2019 o tulipanes amarillos y antirrinos y calas blancas como ayer, que dirijan la mirada a ese paso de Las Angustias, ese envoltorio de lujo, caoba y plata, que acoge al misterio de más sencilla belleza de la Semana Santa emeritense en el que este año, además, los faroles recién restaurados de los guardabrisas competían en esplendor con las cartelas plateadas.

Siempre habrá ese rayo de luz intenso de mediodía, en un momento del encuentro con la Esperanza, que hace brillar con más intensidad que nunca las lágrimas de Las Angustias. Y no sólo por la cuestión física de la refracción de la luz, sino por cómo esa estampa tallada por Blanco Pajares recrea esa otra, más temida, notoria y desgraciadamente recurrente, con la que nos sentamos a la mesa todos los días viendo noticias de madres desesperadas por la muerte de sus hijos en guerras que no quiere nadie, pero que están.

Siempre tendremos el destello de esa cajita de plata –las más espectacular de la semana santa emeritense- que guarda el nombre más bonito que un emeritense puede pronunciar en Viernes Santo: Esperanza!

Siempre las veremos en ese adiós al unísono que regalan a Mérida como manto adamascado de sueños y promesas -este año al golpe de espectaculares llamadores cual preciado regalo de cumpleaños-, pasadas las tres de la tarde…porque a esa hora todo se habrá cumplido.

Un año más, y como siempre ajustados al guión preconcebido de tradiciones, emociones y colorido, se hizo el silencio en el Arco de Trajano, en la Plaza, en el atrio de la Basílica, aunque sus nombres resuenen como martilleo incesante en la cabeza de cada uno. Viernes de Angustias y Esperanza.

Galería de Imágenes: Antonio Moreno Barriga y Paco Rosco Rosco.

Galería de Imágenes: Antonio Moreno Barriga y Paco Rosco Rosco.

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