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Santa Eulalia, más viva que nunca

Último domingo de septiembre y, de nuevo, cita con la tradición que, en Mérida, se llama Eulalia que baja a pie de altar para recibir el cariño, el sentimiento, las lágrimas, los agradecimientos y las promesas de su pueblo.

De blanco, con su imponente manto bordado que se extendía a los pies del altar y con una delicadeza exquisita en su colocación, nos esperaba Ella, nuestra niña, nuestra patrona.

Ojos llenos de emoción de los mayores, de admitación de los más jovenes y de cariño de los más pequeños (quizás por verla tan chiquitita) se clavaban en la mirada de nuestra Mártir que, nuevamente, ha congregado a cientos de personas a sus plantas.

Y en el atrio surgía la fiesta, la rememoración de aquel Ramo que los agricultores organizaban cada último domingo de septiembre para agradecer las cosechas y vender, para el culto a la Mártir, el excedente de las mismas.

Hoy todo es distinto, y la música es la protagonista en un acto conducido por el actor Fernando Nieto que, con gracia y salero, ha ido dando paso a las actuaciones de la Asociación de la Antigua, al Coro del Perpetuo Socorto, a la Banda de Música de Mérida a la Agrupación Musical Santa Cecilia y al Coro de Santa María.

Y se sorteó el Ramo, el que ha estado toda la tarde a los pies de la Mártir y que se ha convertido en el principal reclamo, no faltando la tradicional tarta de Doña Bati (Gutiérrez) y algún que otro regalo.

También se le rindió un modesto homenaje en forma de aplauso a la tímida Livia, que el pasado domingo nos emocionaba encarnando a Santa Eulalia, el aplauso refrendó el trabajo realizado por ella y por la Asociación de la Mártir en este Via Martyrum que ya queda fijado en el calendario

Es el Ramo de la Mártir que, avanzado el siglo XXI sigue congregando a un público de pasar la tarde en torno a Santa Eulalia. El atrio, por momentos, se quedaba pequeño y eso no es otra cosa que una señal de que Santa Eulalia está más viva que nunca.

Video (Pedro Encinas):

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